Tío Caimán menea su colota... en Europa.


Nancy Valiño



El gobierno estadounidense no solo pretende continuar injerenciando en los asuntos internos de Cuba según su inveterada costumbre, maniobrando a través de las marionetas que fabrica desde la Oficina de Intereses de La Habana (SINA) o haciendo danzar a la pléyade de mafiosos y terroristas impunes de Miami. Ahora Tío Caimán menea su colota con ese mismo propósito en Europa, intentando influír en las decisiones de los diferentes gobiernos de la Unión Europea respecto a Cuba.
Entre otros recursos, utiliza la experiencia acumulada por diferentes actores en la campaña que condujo al derrumbe del campo socialista europeo; piensa que ellos le ayudarán esta vez a completar el cerco en torno a Cuba y a ahogar definitivamente a la isla que no ha sido capaz de doblegar ni derrotar por si solo en las más de cuatro décadas de dolorosas pero inútiles agresiones. Les cobra hoy el favor a sus amigos checos y polacos impulsándoles como punta de lanza en la cruzada de línea dura contra Cuba. Así, durante la visita del presidente de los EEUU a varios países de Europa del Este se ha incluído el tema Cuba en la agenda y contado con la presencia de conocidos políticos anticubanos como Václav Havel de Chequia, el polaco Lech Walesa y por supuesto el español Aznar, el infaltable.
Lo que pretende el gobierno estadounidense con la fuerte ofensiva diplomática y política de los últimos meses es evitar que se produzcan cambios o una flexibilización de la política europea común, e involucrar a más países de la región en su estrategia de aislamiento internacional hacia Cuba, sin tener para nada en cuenta los intereses de cada país europeo en particular: en buen español, injerenciándoles directa y descaradamente.
Es en este contexto también que recorren varios países de Europa, la Subsecretaria de Estado Kirsten Madison y el coordinador para la llamada "transición en Cuba" Caleb MacCarry. La propia visita de Condoleza Rice a España, que incluía un punto especial de su agenda dedicado a Cuba, y las explicaciones que Moratinos le diera acerca de su reciente visita a la isla, resumen la capacidad injerencista de los EEUU en su intento de cambiar el actual rumbo de la política española en relación hacia Cuba.
En estos momentos el gobierno de los EEUU continúa presionando bilateralmente a los países miembros de la Unión Europea mediante chantajes, demostrando que la llamada ofensiva político/diplomática, no tiene nada de política y ni un ápice de diplomacia, pues se impone bajo presión y condiciones para introducir a Europa en un camino que ha demostrado hasta el cansancio su fracaso y que es cuestionado incluso dentro de los mismos EEUU.

En efecto:

a) En el mismo Congreso de los EEUU existen actualmente 18 proyectos de ley relacionados con Cuba: 13 en la Cámara y 5 en el Senado. De todos estos, 13 están dirigidos a un cambio de la política hacia Cuba, pues se ha entendido que la actual ha sido un fracaso. Es más, existe un creciente movimiento dentro de ese mismo Congreso encaminado a producir cambios en la política y en donde importantes voces republicanas están defendiendo esas posiciones. Si en el propio interior de los EEUU existen estas condiciones y se reconoce el fracaso de la política de aislamiento, ¿por qué Europa debe secundar al gobierno actual de los EEUU en una política cuestionada incluso por sus propios legisladores?

b) La propia Presidenta de la Cámara de los EEUU, Nancy Pelosi, declaró su apoyo a una flexibilización del bloqueo hacia Cuba;

c) Innumerables obispos católicos estadounidenses han solicitado a ese mismo Congreso poner fin a las restricciones de viajes desde EEUU hacia Cuba;

d) Dentro de los EEUU existe un proyecto de resolución introducido recientemente, conocido como Larry & Bayron, el cual promueve la autorización de compañias estadounidenses a participar en la exploración y prospección de petróleo en las aguas cubanas del Golfo de México y que pudiera contar eventualmente con el apoyo de sectores económicos muy poderosos de los EEUU...

Etcétera.

En fin, como puede apreciarse, existen dentro de los EEUU otras importantes opiniones respecto a Cuba diametralmente opuestas a las del actual ocupante de la Casa Blanca; ellas terminarán por imponerse con cordura cuando el pueblo estadounidense (y Europa) deseche las mentiras con las que el gobierno de Bush pretende manipularles en su intento de aferrarse al borde del abismo arrastrando a otros en su caída.