La mentira que hizo historia
Mariano Cabrero Bárcena | 25.10.2006 20:26 | Analysis | Culture | Education | Cambridge | London
Debemos de promover el discurso, el dialogo, la libertad de prensa... para no negar nunca lo que los libros de Historia Universal nos enseñaron, y seguirán haciéndolo, de los hechos acaecidos a través de los tiempos. Porque es tontería tratar de negar que existió la Inquisición, el Holocausto, el genocidio de los indios americanos por los hombres que colonizaron Estados Unidos...(...)
Fotografía del autor
Presidente señor Bush
Vicepresidente señor Chenney
Ex general de "cuatro estrellas, señor Colin L.Powel
La mentira que hizo historia
Debemos de promover el discurso, el dialogo, la libertad de prensa... para no negar nunca lo que los libros de Historia Universal nos enseñaron, y seguirán haciéndolo, de los hechos acaecidos a través de los tiempos. Porque es tontería tratar de negar que existió la Inquisición, el Holocausto, el genocidio de los indios americanos por los hombres que colonizaron Estados Unidos...La verdades históricas no se pueden legislar en virtud de opiniones sin fundamento histórico y demostrado, para que cada uno de nosotros digamos lo que más nos convenga en cada momento. Colin L.Powel–Secretario de Estado del gabinete George W. Bush, y en fecha 05-02-2003–, presentó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pruebas falsas, confirmando que existía “un arsenal de armas de destrucción masiva” en posesión del ejército iraquí. Más tarde se demostró que mintió, y esta mentira fue considerada como “la mentira que hizo historia”.
El general de “cuatro estrellas” destruyó o le hicieron destruir su imagen pública y, posteriormente, fue defenestrado en la carrera diplomática. Dick Cheney–vicepresidente de EE.UU. – había manifestado con anterioridad (26-08-2002) que “Irak estaba en posesión de armas de destrucción masiva”. Después–sin cortapisas ni valladares de ningún genero-, el pueblo americano, el Congreso de EE.UU., el Pentágono, los principales mandos militares… aceptaron “la mentira que hizo historia”, cruda y sangrienta historia que reflejaran los libros cuando hablen de los Estados Unidos de América: el presidente George W. Bush mando comenzar la guerra contra Irak (20-03-2003) sin justificar el porqué de tal confrontación bélica. Hoy, y por desgracia, Irak está manteniendo una guerra civil–entre hermanos, tal y como siempre se han desarrollado esta clase de guerras.
Sin embrago, la historia no ha terminado. Estuvimos alejados de Europa por un tiempo, durante el mandato del ex presidente señor Aznar, quien presuntamente se equivocó o mintió cuando formó un eje común en la guerra contra Irak: Bush-Blair-Aznar. Hoy en día, y está claro, a EE.UU. le interesan la relaciones comerciales con la CE (Comunidad Europea), y viceversa. Capitales europeos se encuentran operando en Texas y otras estados americanos.
El Gobierno español–el presidente señor Zapatero–ha ordenado tomar el tren económico, y esto es bueno, para que funcione adecuadamente el eje España–Estados Unidos de América–América Latina.
[En el desfile del 12-O (corriendo el año 2003), y cuando el señor Rodríguez Zapatero ocupaba el cargo de líder de la Oposición, no se levantó al paso de la bandera de EE.UU. Manifestó más tarde:” El hecho de no haberme levantado no significa que no respete a ese país. Respeto a la bandera de EE.UU. tanto como el resto de las banderas”, concluyó diciendo. Olvida, señor Presidente, que por “un trozo de tela rectangular”muchos americanos murieron y seguirán haciéndolo. Honor, patria, dignidad…, todo esto representa y mucho más una bandera (17 autonomías españolas-sus banderas-, son respetadas hoy en día). Con su actitud mostró ser una persona caprichosa y desprovista del arte de la prudencia, que ha de poseerse para ser Presidente de una Nación como la española. Usted estaba en contra del señor Bush-“el señor de las bombas”-, y le aseguro que yo también, pero se equivocó, pues, con su postura, no hizo honor al pueblo americano. Querer a los EE.UU. es hacerle honor, aunque el honor sólo es de Dios. Con respecto al último, Calderón dejó escrito: “Al rey la hacienda y la vida/se ha de dar, pero el honor/es patrimonio del alma, /y el alma sólo es de Dios”.]
Afortunadamente, el presente año, y con buen criterio, desfiló en el 12-O (Día de la Hispanidad) la bandera norteamericana, rindiéndose los honores que mere como tal bandera.
Zapatero sigue sin cuajar en la Unión Europea. Los estadistas europeos ven fehacientemente que el primero sigue siendo ignorado por el Ejecutivo del señor Bush, y, ya se sabe que “a perro flaco, todas son pulgas”. Zapatero no es un perro, es un político de la nueva era que está naciendo a las vicisitudes de la política. Mas hemos de reconocer que se encentra un tanto flaco. Y es que en la UE nos han dado buenas palabras y palmaditas en la espalda, pero en la reunión habida no han sido aprobadas medidas concretas sobre la emigración en tierras españolas. Seguimos fracasando en política exterior. ¿Dónde se encuentra nuestro ministro de Asuntos Exteriores? El señor Fernández Moratinos se hospeda en el “limbo de los justos”.
Pues cierto es que, con los medios que tenemos a nuestro alcance–Televisión, Radio, Prensa, Internet...–, la Globaliciación nos está llevando a un camino común que une cultura, cine, pintura, música, literatura, opinión pública, forma de vestir y comer ...Pero dicha Globalización no ha resuelto ,por el momento, los conflictos sociales; al contrario, se han extendido de forma más virulenta. A medida que avanzamos–en el actual mundo–, crecen las desigualdades entres países e individuos: los ricos, cada día son más ricos; los pobres, cada día son más pobres.
Existen negociaciones por parte de la OMC (Organización Mundial del Comercio) con muchas naciones, pero EE.UU. no está por la labor: sigue doblando las subvenciones a sus agricultores, con lo que está hundiendo a muchos países, que viven de la agricultura. Es decir, China, India, Indonesia... y varios países africanos. Estos americanos son la..., bueno, que miran para ellos mismos sin importarles los demás. Dejan pasar a los mexicanos–que dicho sea de paso están pasando hambre–, por sus fronteras, para que desempeñen tareas que los propios americanos no desean realizar: limpieza de hospitales, cuidados de ancianos, trabajar en la construcción o en los sembrados donde se tuestan bajo el sol o se enfrían con la nieve sus cuerpos cansados.
El primer motor de la economía mundial–EE.UU. –sigue creciendo y más creciendo, y todo es a base de millones de latino-americanos a los que desprecian, pero que, en el fondo, los necesitan. Esperemos que los americanos no cuenten más mentiras para hacer historia.
La Coruña, 25 de octubre de 2006
*Mariano Cabrero Bárcena es escritor
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