Se Vende este Cine
Dr. Fernando Buen Abad Domínguez | 12.08.2004 23:15
Compañeros documentalistas:
Frente al comunicado de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en repudio "a las intenciones del Ejecutivo Federal por desincorporar, disolver, liquidar, extinguir o fusionar el Instituto Mexicano de Cinematografía, el Centro de Capacitación Cinematográfica y los Estudios Churubusco Azteca.", decimos:
Aunque es verdad que tales organismos gubernamentales han sido sacudidos por el viento negro neoliberal, el recorte presupuestal y la privatización globalizadota; más de un personaje afectado es burócrata empedernido encaramado en el régimen desde hace muchos años.
Creemos que hay que apoyar al cine mexicano que se produce por la iniciativa crítica de algunos pocos capaces de mantenerse con dignidad. Creemos que hay que apoyar a los compañeros que hacen sus películas a fuerza de trabajo transformador y sin complacencias. Hay que apoyar al cine que no se baja los pantalones para agarrar becas, sueldos o cargos burocráticos. O sea que hay que separar los tantos.
¿Qué es ahora el cine mexicano?
¿Son los funcionarios, sus secretarias, nacionalistas y ruidosos con sus sueldos, sus viajes todo pagado y sus canonjías... que sobreviven gracias a las películas que hacen otros? ¿Qué es el cine mexicano, los profes y directivos enquistados en la repetición escolástica de fórmulas para detener el desarrollo del conocimiento y la práctica críticos ante una realidad cada día más miserable y meter la cabeza académica en un agujero que no mira la crisis y la barbarie y menos la estudia para destruirla? ¿Qué es el cine mexicano, sus préstamos, créditos, réditos y coctails para amigos, cómplices y seguidores? ¿Qué es el cine mexicano, los distribuidores, sus salas, sus palomitas, sus gaseosas y sus publicidades? ¿Qué es el cine mexicano, los festivales y los lobby, los compadres, los recomendados, los protegidos candidatos a la bendición de un premio? ¿Qué es el cine, sus muchachos sagaces que se cuelan en cuanta beca aparece gracias a las gestiones de sus cuates e informantes? ¿Qué es el cine mexicano el glamour internacional de unas cuantas películas hechas por niños ricos que juegan a ser "genios" con la dote de papá y la bendición de algunos burócratas? Si eso es el cine mexicano le pasará lo que pueda pasarle a una producción que expresa en su crisis la crisis generalizada de un régimen y un sistema que probó durante años su desinterés por un cine verdaderamente anclado con las necesidades sociales. Lloran algunos porque les tocarán el bolsillo y sus privilegios. Si eso es el cine mexicano que se derrumbe y sepa salir de los escombros. No derramemos ni una lágrima.
¿Cuántos de los que lloran luchan objetivamente para transformar el régimen de producción cinematográfica, la propiedad de los medios de producción y distribución cinematográfica y la producción toda? ¿Cuántos de ellos luchan objetivamente contra la farándula de los monopolios fílmicos, su glamour de clase y sus moralejas camaleónicas de ejecutivo júnior que administran el cine en todas sus esferas. ¿Cuántos de los que lloran quieren verdaderamente cambiar y democratizar la educación cinematográfica para que el cine sea hecho por todos? ¿Cuántos de los que lloran votaron por Fox?
No pretenderíamos imponer ahora un gesto antipático que generara desunión y equívocos. No se trata de no apoyar una protesta generalizada contra las decisiones del régimen con botas. (Las de Fox y sus milicos en Chiapas, por ejemplo) Se trata de intervenir si hay que apoyar pero de manera crítica. Para todos lados.
Por qué no aprovechar el viaje de muchas coincidencias a la hora de estas protestas y nos sentamos todos a discutir qué cine necesitamos ahora. Por qué no trabajamos en un movimiento que sepa dar un salto cualitativo hacia la organización y protestamos en serio no sólo contra los payasos que administran sino también contra los dueños del circo. Por qué no apoyamos las protestas convocando a la intervención de salas de cine, escuelas, oficinas, estudios. Por qué no intervenimos para una expropiación total de los medios de producción fílmica, reorganizamos la producción y la ponemos al servicio de las necesidades expresivas de un continente hundido en la miseria. Al menos hasta un 60%.
Por qué no vamos en un frente único, a decirle a Fox y a todos sus patrones que no nos gusta su proyecto, que no nos gusta su farsa y que tenemos nuestro proyecto. ¿Lo tenemos? Por qué no, además de decirle a Fox lo que no queremos le decimos a la sociedad entera lo que sí queremos a ver si coincide con nosotros y nos hacemos uno. Siempre y cuando sepamos quién es esa sociedad y la clase de luchas que le importan ahora urgentemente. Por qué no hacemos un debate horizontal y constructivo sin bacas sagradas, sin becas sagradas. Por qué no hacemos un proyecto conjunto un movimiento grande y creativo que de una vez valla poniendo en claro cual es la conciencia de nuestra fuerza y nuestra coincidencia de rumbo.
Creemos que es indispensable comunicarse con los compañeros de México, decirles que estamos enterados de lo que pasa allá hasta donde nuestras fuerzas y herramientas dan. Que hemos leído y seguido lo dicho en la Cámara de Diputados, en algunos foros y asambleas. Que apoyamos sólo lo apoyable y que nos importa entrarle a lo que se requiera si eso ayuda en algo a derrotar el régimen de usurpación y corrupción añejo que aqueja al cine mexicano. Aunque gane muchos premios.
Fernando Buen Abad Domíguez
¡hasta la victoria del cine independiente, siempre!
Frente al comunicado de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en repudio "a las intenciones del Ejecutivo Federal por desincorporar, disolver, liquidar, extinguir o fusionar el Instituto Mexicano de Cinematografía, el Centro de Capacitación Cinematográfica y los Estudios Churubusco Azteca.", decimos:
Aunque es verdad que tales organismos gubernamentales han sido sacudidos por el viento negro neoliberal, el recorte presupuestal y la privatización globalizadota; más de un personaje afectado es burócrata empedernido encaramado en el régimen desde hace muchos años.
Creemos que hay que apoyar al cine mexicano que se produce por la iniciativa crítica de algunos pocos capaces de mantenerse con dignidad. Creemos que hay que apoyar a los compañeros que hacen sus películas a fuerza de trabajo transformador y sin complacencias. Hay que apoyar al cine que no se baja los pantalones para agarrar becas, sueldos o cargos burocráticos. O sea que hay que separar los tantos.
¿Qué es ahora el cine mexicano?
¿Son los funcionarios, sus secretarias, nacionalistas y ruidosos con sus sueldos, sus viajes todo pagado y sus canonjías... que sobreviven gracias a las películas que hacen otros? ¿Qué es el cine mexicano, los profes y directivos enquistados en la repetición escolástica de fórmulas para detener el desarrollo del conocimiento y la práctica críticos ante una realidad cada día más miserable y meter la cabeza académica en un agujero que no mira la crisis y la barbarie y menos la estudia para destruirla? ¿Qué es el cine mexicano, sus préstamos, créditos, réditos y coctails para amigos, cómplices y seguidores? ¿Qué es el cine mexicano, los distribuidores, sus salas, sus palomitas, sus gaseosas y sus publicidades? ¿Qué es el cine mexicano, los festivales y los lobby, los compadres, los recomendados, los protegidos candidatos a la bendición de un premio? ¿Qué es el cine, sus muchachos sagaces que se cuelan en cuanta beca aparece gracias a las gestiones de sus cuates e informantes? ¿Qué es el cine mexicano el glamour internacional de unas cuantas películas hechas por niños ricos que juegan a ser "genios" con la dote de papá y la bendición de algunos burócratas? Si eso es el cine mexicano le pasará lo que pueda pasarle a una producción que expresa en su crisis la crisis generalizada de un régimen y un sistema que probó durante años su desinterés por un cine verdaderamente anclado con las necesidades sociales. Lloran algunos porque les tocarán el bolsillo y sus privilegios. Si eso es el cine mexicano que se derrumbe y sepa salir de los escombros. No derramemos ni una lágrima.
¿Cuántos de los que lloran luchan objetivamente para transformar el régimen de producción cinematográfica, la propiedad de los medios de producción y distribución cinematográfica y la producción toda? ¿Cuántos de ellos luchan objetivamente contra la farándula de los monopolios fílmicos, su glamour de clase y sus moralejas camaleónicas de ejecutivo júnior que administran el cine en todas sus esferas. ¿Cuántos de los que lloran quieren verdaderamente cambiar y democratizar la educación cinematográfica para que el cine sea hecho por todos? ¿Cuántos de los que lloran votaron por Fox?
No pretenderíamos imponer ahora un gesto antipático que generara desunión y equívocos. No se trata de no apoyar una protesta generalizada contra las decisiones del régimen con botas. (Las de Fox y sus milicos en Chiapas, por ejemplo) Se trata de intervenir si hay que apoyar pero de manera crítica. Para todos lados.
Por qué no aprovechar el viaje de muchas coincidencias a la hora de estas protestas y nos sentamos todos a discutir qué cine necesitamos ahora. Por qué no trabajamos en un movimiento que sepa dar un salto cualitativo hacia la organización y protestamos en serio no sólo contra los payasos que administran sino también contra los dueños del circo. Por qué no apoyamos las protestas convocando a la intervención de salas de cine, escuelas, oficinas, estudios. Por qué no intervenimos para una expropiación total de los medios de producción fílmica, reorganizamos la producción y la ponemos al servicio de las necesidades expresivas de un continente hundido en la miseria. Al menos hasta un 60%.
Por qué no vamos en un frente único, a decirle a Fox y a todos sus patrones que no nos gusta su proyecto, que no nos gusta su farsa y que tenemos nuestro proyecto. ¿Lo tenemos? Por qué no, además de decirle a Fox lo que no queremos le decimos a la sociedad entera lo que sí queremos a ver si coincide con nosotros y nos hacemos uno. Siempre y cuando sepamos quién es esa sociedad y la clase de luchas que le importan ahora urgentemente. Por qué no hacemos un debate horizontal y constructivo sin bacas sagradas, sin becas sagradas. Por qué no hacemos un proyecto conjunto un movimiento grande y creativo que de una vez valla poniendo en claro cual es la conciencia de nuestra fuerza y nuestra coincidencia de rumbo.
Creemos que es indispensable comunicarse con los compañeros de México, decirles que estamos enterados de lo que pasa allá hasta donde nuestras fuerzas y herramientas dan. Que hemos leído y seguido lo dicho en la Cámara de Diputados, en algunos foros y asambleas. Que apoyamos sólo lo apoyable y que nos importa entrarle a lo que se requiera si eso ayuda en algo a derrotar el régimen de usurpación y corrupción añejo que aqueja al cine mexicano. Aunque gane muchos premios.
Fernando Buen Abad Domíguez
¡hasta la victoria del cine independiente, siempre!
Dr. Fernando Buen Abad Domínguez